miércoles, 12 de marzo de 2008

Chipirones/calamares en su tinta (II)

Calamares en su tintaUn día de feria

Segundas partes

Acostumbraba a hacer los chipirones en su tinta con mi receta preferida (aunque la foto no lo le haga justicia), pero hay momentos en los que viene bien un cambio. Cambiar es bueno, salir de la rutina y hacer cosas nuevas, saborear la vida de otro modo. Pronto no iremos de nuevo de viaje; la elección del viaje fue sin pensarlo demasiado, y ahora tampoco estamos seguros de que fuese el tipo de viaje que necesitábamos.


Esta nueva forma de prepararlo le da mayor cuerpo a la salsa. No me atrevería a decir cuál es mejor, ésta es más elaborada (tiempo de caramelización, batido,…) pero permite jugar más con la presentación y le da mejor presencia.

Chipirones en su tintaEl día

Como todos los días, me había acostado tarde y me he levando temprano. Unas 5 horas entre una cosa y otra. Después de más de una semana, me he afeitado, era el único momento que no significaría una pérdida de tiempo. Había sido de los pocos adolescentes que no tuvieron prisa en afeitarse, justo hasta que los pelos eran como esas motas que se encuentran debajo de las camas, o como decía Martín, esos que arrastra el viento en las películas del oeste. Después de una ducha rápida me dirigí a la cocina. Siempre preparo la ropa y dejo el té en el microondas la noche anterior.

M seguía en cama, llegaría tarde al trabajo. Puse la taza con agua a calentar en el microondas, la retiré burbujeando, introduje un sobre de Earl Gray y unas pastillas de sacarina en el agua. Demasiadas, decir el número me causa rubor. Encendí la tele para oír las noticias mientras esperaba a que M se levantase y se dirigiese a la ducha. Tardó más de lo debido, quedaba claro que llegaría tarde. Recogí la ropa, aireé la habitación e hice la cama mientras sonaba el eco de la ducha. M es muy rápida, en 15 minutos está lista, pero hoy cuando acabé de hacer la cama todavía acababa de salir de la ducha. Eran las 8, su hora de entrada, y todavía estaba en casa. No es que tuviese la necesidad de ser puntual, era más bien un tema de responsabilidad y solidaridad con los compañeros de oficina.

Chipirones/calamares en su tintaComo M hoy no vendría a comer, tenía comida con los compañeros de trabajo, no tuve que preparar nada antes de salir. No la esperé, salí antes para poder llegar con calma, preparar el proyector y el material antes de que empezasen las clases. Horror. Después de varias horas de clase la desidia del alumnado, su comodidad, el bajo nivel, acabó por deprimirme. ¿Qué estoy haciendo mal? Lo que para mí era atractivo, interesante, ilusionante, para ellos era un mero instrumento para aprobar, tener un título y ganar dinero. Sólo les interesa eso, el maldito dinero. Lo que no se dan cuenta es que por encima de eso está el conocimiento y por encima del conocimiento la generosidad, la sensatez y la bondad. Me despedí con un “hasta mañana si llego”, no tenía fuerzas para más y las lágrimas casi salían de mis ojos. Impotencia.

Al llegar a casa, me tomé todo con más calma, M no vendría y no había que preparar la comida. Salí a correr, sin fuerzas, cansado y con la mente ocupada. Ni tenía ideas sobre qué camino coger, hasta pensé en dar vueltas y vueltas al casco urbano. Por suerte, mi mente despistada me alejo algo y me llevó por caminos poco concurridos (Pedroso, Figueiras, Milladoiro,…). Comida y postre. Necesito comprensión y confidencia. Más allá de las cuatro llamé a Martín, estaba ocupado pero pude hablar un rato… y saber que alguien me escuchaba.

Chipirones/calamares en su tintaOtra casualidad, una frase que he capturado y que me permito tomar prestada: “Para ser alguien que nunca estuvo hecho a la medida de este mundo, debo confesar que me está resultando difícil abandonarlo. Claro que dicen que cada átomo de nuestro cuerpo formó parte una vez de una estrella. Quizá no me esté marchando, quizá esté yendo a casa.

Chipirones/calamares en su tintaIngredientes
Las cantidades son estimativas y espero que bastante aproximadas.
  • Aceite de oliva virgen, unos 45 ml, para sofreír la cebolla.
  • Calamares, chipirones o chopo. Personalmente prefiero los calamares o el chopo, su carne es más blanda.
  • Sal.
  • 1 diente de ajo.
  • 1 cebolla grande picada en juliana (tiras) fina.
  • 1 hoja de laurel.
  • Un trozo de pimiento verde, ¼ aproximadamente, cortado en juliana.
  • 60 ml. de vino blanco.
  • 60 ml. de tomate triturado o rallado.
  • 240 ml. de caldo de pescado suave.
  • 1 sobre de tinta o la tinta de un calamar.
  • Pan para mojar la salsa ;-)
(1) Limpiamos los chipirones, separando el cuerpo de la cabeza. SI usamos calamares, los troceamos. Calentamos al aceite a fuego medio-alto, secamos y salamos los chipirones y los salteamos para que se doren un poco. Los retiramos y reservamos. Bajamos el fuego, añadimos el ajo pelado y majado (con un golpecito), la cebolla, la hoja de laurel y el pimiento en tiras finas. Cocinamos a fuego bajo hasta caramelizar, si se queda sin aceite le podemos añadir un poco de agua. Es importante que no se queme.

(2) Una vez caramelizada, pasados unos 20-30 minutos, subimos el fuego, añadimos el vino y dejamos que se reduzca durante un minuto aproximadamente. Añadimos el tomate triturado o tomate natural rallado y dejamos reducir durante unos 3-5 minutos más. Vertemos el caldo de pescado y bajamos el fuego. Por último añadimos la tinta. Cocinamos un minuto y batimos la salsa con una batidora eléctrica, retirando la hoja de laurel.

(3) Echamos los chipirones reservados con la salsa y de los dejamos cocinar a fuego medio hasta que estén hechos, unos 20-30 minutos. Tomamos calientes acompañados de unas patatas fritas o un arroz en blanco.

Mojamos la salsa con pan… y chupamos los dedos.

Chipirones/calamares en su tinta

8 comentarios:

canela dijo...

Sin duda será para chuparse los dedos.

Gracias, Harry.

canela

Anónimo dijo...

Saludos desde Perú! Aún no hago los brownies y ya estoy planeando hacer los calamares :s

Y por tus alumnos, no te preocupes! Ya es problema de ellos! Se la pierden!!!

Mariana

nadas dijo...

Yo tuve que abandonar la universidad porque no me quedó más remedio.Y tenia tantas ganas de aprender.Bueno aún sigo con las mismas ganas.
En fin este mundo es así de injusto,mientras gente como yo por ejemplo tenemos que abandanar los estudios por las "obligaciones",hay quien tiene posibilidad y no la aprovechan.
Si, por desgracia este mundo lo mueve el poder del dinero.
Que pena que olvidemos el afán con el que de pequeñps lo vemos todo.
Aveces me siento una completa estúpida,por querer que todo sea como antes.
¿Porque yo sigo disfrutando del sillón frente a la ventana?..y eso no puedo compartirlo,es poca cosa.
La mayoria de mis amig@s ahora solo disfrutan "con cosas que valen mucho dinero".Está claro que es culpa mía ellos han evolucionado,yo me quedé en algú sitio entre la niña que era y la mujer que soy.
Yo quería ser maestra y me quedé sin poder estudiar el último año.
Resumiendo que tus alumnos no saben valorar las cosas que valen,que fijate que curioso yo creo que las unicas cosas valiosas son precisamente las que don dinero no puede comprar.
No me hagas mucho caso son las cinco y media de la mañana,estoy algo melancólica,las fiestas que se aproximan me traen demasiados recuerdos.

Tu receta como siempre superior,la probaré con chipirones,y no me olvidaré de chuparme los dedos ;-).

Hoy te frimaré como Luzmarina,mi yo melancolico,chocolat es mi parte dulce..

Besos,como siempre un placer leerte!

Su dijo...

Voy a tener que pedir una excedencia en el trabajo para leerte, estoy enganchada...si si, asi sin rubor te lo digo...Enhorabuena por las recetas, me parecia que disfrutabas mas cocinando dulces..., no se..., veo que también con lo demás. Un abrazo.

Anónimo dijo...

de donde vengo y a donde voy son dos cosas que pocos llegan a responderse, y quien lo hace creo que se trata de convencer de que esa es la respuesta real.
cual es mi Hogar?? es el lugar q habitas si le pones una cuota de aceptacion paciencia y amor
me quede pensando si hay una especie? yo soy de las que piensa que hay personas, todas distintas entre si, con sus hisotirias en particular y su forma de ver la vida, con mas suerte y menos suerte, no se si mas aptos o menos aptos, si deborados para que la especie continue o suertudos por no ser deborados. Somos distintos y eso es lo bueno, porque en las disfrencias nos conocemos, en las diferencias aprendemos nuestras limitaciones y nuestros logros

me encanto leerte desde el otro lado del oceano y saboreo cada una las fotos solo faltaria olerla y probarla pero para eso tengo que entrar en la cocina.
besos

Harry Haller dijo...

Hola,
¿Cómo estáis? No es necesario que respondías, es una pregunta retórica. El tiempo y yo, yo y el tiempo.

Gracias por los agradables comentarios. Tal vez sea yo el que me "pierda" por no llevar una vida más relajada. No sé.

Os voy a contar una pequeña historia. Conozco a un chico muy cercano, tanto que lo puedo tocar, que después de obtener MH en el Bachillerato le dijo su padre mientras comían que no podría estudiar una carrera, pues había otro que ya estaba estudiando y dos era demasiado(además, pienso que era una escusa como cualquier atra, creo que no soportaba los “éxitos” académicos de su hijo). Nunca se me olvidará. Por suerte ese chico estudió y su vida es el estudio y los libros. Su padre nunca lo conoció del todo ni nunca supo qué hacía realmente, tampoco le importó que acabase en 4 años una carrera de 5. Después sí se interesó mucho por los estudios de otros hijos. En el fondo creo que era un problema de celos. Y hasta aquí puedo leer.

Tienes razón, lo único importante no se puede comprar con dinero. Diría mi frase preferida: “era tan pobre que sólo tenía dinero”. Ahora que lo tengo soy más infeliz, tampoco nunca lo he querido.

El océano es ancho pero la distancia corta.

Besos!

Anónimo dijo...

juraria que hice un comentario aqui ayer...
...no llego?
...se borro?
...?¿...

Harry Haller dijo...

Hola, puedo prometer y prometo que no he borrado ningún comentario... Lo siento.
Se habrá perdido en el cyberespacio o en la caché del navegador.

Abrazos

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