domingo, 8 de julio de 2012

Fondant irlandés


Sinceramente, Pepinho
Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

Fondant de chocolate y café con chantillí a la crema de güisqui
Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui


Para ver la receta original pasa por http://www.pepinho.comNo tengo demasiadas ganas de hablar del plato, por muy orgulloso que esté de él, que lo estoy, pero lo haré, escaparíais si no lo hiciese. Lo que hoy realmente me interesa es expresarme con libertad, pues no está la vida como para desperdiciar ese derecho, a veces despojado por la tiranía de los que dicen luchar por la de los demás. No habrá excusas ni disculpas previas, aunque ésta lo parezca. Me importará bien poco que me digan “cállate infeliz, que no sabes qué es sufrir”. Eso creen.


Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

Irlandés. Cuando la idea que uno plasma se ajusta a sus sueños no puede más que estar orgulloso de ello, y lo estoy. Estoy muy orgulloso del resultado y del placer obtenido con él. Quería un postre ligero de texturas, fresco, suave y con un sabor que, sin ser intenso, tuviese cierta personalidad. Pensé en un café irlandés y en esos aromas que asocia. Para mí, que no soy amante del café, es todo un reto llegar a buscar el equilibrio entre mis deseos y mis gustos. Creo haberlo obtenido, aunque la vida y su paso tal vez me estén volviendo cada vez menos exigente conmigo mismo… y con la vida.

Ni me plateé la opción de ponerle una fina capa de bizcocho de soletilla, genovesa al agua/güisqui o, incluso, una fina capa de bizcocho enrollado de chocolate. Quería que fuese un postre ligero, fresco, atrevido, y tampoco quería caer en el pecado de remojar el bizcocho en un jarabe a base de café con un amaretto, como si de un tiramisú se tratase. La capa haría que fuese más sencillo a la hora de servir, mas corría el peligro de que tuviese demasiado protagonismo y ocultase la sutileza de sabores de unas delicadas capas que esperaba diseñar.

Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

Quizás lo menos irlandés sea el aporte de sabor a lima, que podría (¿o debería?) ser sustituido por un poco de canela (podríais probarlo, seguro que funciona), pero ni me planteé ese hecho y pensé que un poco de ralladura de lima contrastaría con el dulzor de esa capa y que su zumo evitaría la oxidación de la superficie, además de aportar un ligero sabor.

Inciso. Muchas veces empleo el término sabayón para referirme a yemas montadas con un jarabe, expresión no demasiado precisa en estos casos. ¿Sabayón o pasta bomba? Bien, ambas cremas se preparan con yemas montadas con azúcar (o no), mas podrían no ser exactamente lo mismo. Por abuso del lenguaje, yo acostumbro a usar ambos nombres de modo indiscriminado, aunque probablemente no sean exactamente la misma preparación.
El término “sabayón” es de origen italiano y no son más que yemas montadas con azúcar (si es para preparación dulce) a la que, normalmente, se le añade algún vino o licor. “Pasta bomba” es un nombre de origen francés y hace referencia a yemas montadas con un jarabe a unos 117-125ºC. El primero suele usarse para cocina salada o dulce (tortilla emulsionada o tiramisú); el segundo se emplea básicamente para la preparación de mousses u otro tipo de cremas espumosas. En esta receta lo más correcto es hablar de “pasta bomba”, que he usado para la preparación del fondant de chocolate y café.

Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

La fosa de las Marianas
Te he leído y te reconozco, pero no eres el mismo que ahora y, ni de lejos, aquel chico de veinte años que diseñaba con su mente un mundo perfecto hecho con figuras de papel. En algunos e ínfimos aspectos has mejorado, en muy pocos, pero en el principal, las dosis de felicidad diarias, tus niveles han bajado hasta una profundidad que da vértigo.

No sé cuándo se produjo ese cambio de actitud y ánimo, mas no creo que haya sido nada repentino, más bien un proceso que poco a poco te ha ido devorando por dentro. Cuando alcanzas la cima sólo resta bajar y bajar, te limitas a intentar que la pendiente no sea demasiado pronunciada y que cuando llegues a la base no te hayas percatado de ese cambio.

Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

No hace mucho alguien comentaba que en las entradas del blog se respiraba un aire triste, desanimado, tendente al decaimiento. Y suele ser cierto. Quizás por eso empecé a escribir, porque entonces necesitaba desprenderme de esa niebla que me empezaba a rodear. Sólo lo conseguí en parte, cuando escribía o me comunicaba con muchas de vosotras (el género sí es importante, porque pocos hablaban o, si lo hacían, era en la superficie). Ahora ni el tiempo me lo permite.

¿Cuándo empezó todo? No lo sé. Si miro quince años atrás, o incluso (casi) veinte, me veía como un joven casi feliz, porque para ser verdaderamente feliz hace falta “casi” serlo. Quien lo tiene todo no sabe que lo tiene o pierde la memoria. Ahora sé qué es lo importante: el amor sincero y la libertar para expresarlo. Bonito es amar pero, no creo que sea egoísta decirlo, más hermoso es sentirse amado, incluso querido. No hay nada más doloroso que el amor no correspondido, un plato agridulce que se degusta en soledad.
A mí me llega una simple caricia de un/a amigo/a o un pequeña sonrisa. Nada más hermoso que una caricia en el brazo o en la espalda, una sonrisa sincera de complicidad. Sentirse acompañado. Un simple gesto puede saciarme durante mucho tiempo.

Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

No tengo miedo a la verdad. Eso es importante. Ni siquiera tengo miedo a decirlo, porque estoy convencido que casi todos lo hemos sentido o, si no lo hemos sentido, nos lo hemos preguntado. Estamos hechos de la misma costilla, el defecto hecho carne. Las mismas virtudes y las mismas lacras. La raza humana, a veces sorprendentemente generosa y otras, por desgracia, capaz de las mayores atrocidades de la Naturaleza.

¿Te quiero? El amor se acaba si no se alimenta, de eso estoy seguro. Cada mañana, todos esperamos que llegue un “te quiero” que nos haga sentirnos especiales, aunque no lo creamos. Algunos se preguntan si los/as siguen queriendo, si es amor o cariño, si es rutina o cansancio, si alguna vez lo/a hemos querido de verdad o era sólo eso: el egoísmo de sentirse especial. Otros no se preguntan nada, simplemente se levantan, trabajan y mueren, porque lo hacen cada día, están muertos nada más levantarse.
Lo fácil es no preguntarse nada, hasta que muchos/as se ven sorprendidos por la realidad que a veces se muestra en forma de despedida: “Adiós, te quise como nunca he querido”, pretérito. “Ya no te quiero”, presente.

Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

Es imposible no sucumbir ante unas palabras de gratitud, esbozando una sonrisa, incluso delante de una pantalla con unas letras que fluyen de abajo hacia arriba en la parte inferior derecha de un monitor. “Hola, ¿cómo estás?” Es grato, demuestra interés, intención. Es dulce, siempre hay alguien esperando respuestas, una simple señal verde en un chat.

Soñar. Soñar me mantiene vivo y a la vez me transporta a dónde nadie quiere llegar. No tengo miedo a contarlo. No pararé y no releeré lo escrito, no enmendaré mis sentimientos ni pondré límites. Estoy cansado de hablar de medias verdades, de limitar mi libertad de pensamiento.

Te quise, pero, si ya me resulta imposible vivir con la celeridad de “mi” vida viendo cómo has acelerado mi reloj, menos podré disfrutar de la felicidad que cae como un cuentagotas. ¿El presente? Lo pienso y todavía no tengo respuesta, sólo tengo respuestas a mi felicidad y no la encuentro. La felicidad, ahora y mientras no lo remedie, sólo empieza por T. Algo que puede ser suficiente durante un tiempo, mientras mi amor sea correspondido. Entonces tendré que tomarme ese plato agridulce, echando día a día toda la miel que me sea posible. Espero que entonces tampoco esté solo.

Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

Fondant de chocolate y café con chantillí a la crema de güisqui (y lima)

Fondant de chocolate y café

  • 300 gr de nata líquida 35% MG. (125 gr. para disolver el café + 175 gr. para montar)
  • 2 sobres de café soluble descafeinado (Nescafé)
  • 75 gr. de azúcar + 30 gr. para añadir a la nata montada.
  • 30 gr. de agua.
  • 3 yemas de huevo (60 gr.)
  • 115 gr. de chocolate con leche de cobertura.
  • 115 gr. de chocolate negro (de cobertura o no).
  • Una pizca de sal (opcional).
(1) Ganache de café. Hervimos 125 gr. de nata, retiramos del calor y añadimos el café soluble, removiendo hasta disolver. Con un cuchillo de sierra, troceamos en pequeños fragmentos los chocolates y lo reservamos en un cazo metálico de fondo grueso.
En este punto no recuerdo si he fundido la cobertura al fuego (muy bajo, al 1, o al baño María) antes de añadir la nata, como hago muchas veces, o lo he fundido con el calor de la nata caliente. Comentaré la segunda forma pues es la más cómoda.
Hervimos de nuevo la nata con café (sin dejar que se evapore demasiado) y la vertemos poco a poco sobre el chocolate troceado. Mezclamos con una espátula de silicona en movimientos circulares hasta que el chocolate esté totalmente fundido. Opcionalmente, para realzar el sabor de chocolate podemos añadir una pizca de sal. Reservamos.

(2) Nata montada. Montamos los 175 gr. de nata (fría) restantes con ayuda de un batidor eléctrico de varillas. [Aclaración: la nata se monta mejor fría pero a la hora de mezclar con el chocolate es importante que no lo esté demasiado para que no solidifique y apelmace el chocolate.] En el último momento, con la nata casi montada, añadimos unos 30 gr. de azúcar. Reservamos a temperatura ambiente para que no esté demasiado fría a la hora de añadir a la ganache, aunque es mucho más fácil añadir nata a una ganache que a chocolate fundido.

(3) Preparación de la pasta bomba. Montaremos las yemas para preparar un sabayón o pasta bomba empleando un batidor de varillas eléctrico y, si lo tenemos, ayudándonos de un termómetro.
Vertemos las yemas a temperatura ambiente en un cazo no demasiado ancho para montarlas con mayor facilidad. Si el recipiente es demasiado ancho el montaje es más difícil pues se extiende hasta los bordes, sin volumen suficiente para batir.
Simultaneamos el montaje de las yemas con la preparación del jarabe que verteremos en forma de hilo sobre las yemas montadas. Antes de empezar a montar las yemas preparamos un jarabe mezclando el agua (unos 30 gr.) con el azúcar (75 gr.), y calentándolo a fuego fuerte durante un/os minuto/s, o más, de cocción, el tiempo necesario para obtener una densidad similar a la de la miel, que se será cuando alcance los 121 ºC.
Cuando la temperatura del jarabe haya alcanzado los 110-115ºC, aprox., empezaremos a batir las yemas; cuando alcance los 121ºC verteremos rápidamente y en forma de hilo mientras seguimos batiendo con el batidor a alta velocidad. Seguimos batiendo a velocidad media durante otros 2-4 minutos, hasta que haya enfriado y el sabayón esté muy pálido. Su volumen se habrá multiplicado por 3 ó 4 y tendrá la textura de una mousse. Reservamos.

(4) Montaje del fondant. Es importante que la ganache esté templada, a unos 45 ºC como mucho. Pero al haber añadido ya nata al chocolate es más difícil que se apelmace y estropee. Más difícil es hacerlo sobre chocolate fundido.
Cuando tenga la temperatura adecuada (o algo inferior) añadimos un poco de la nata montada, algo menos de ¼, intentando que el chocolate no se apelmace (forme grumos). Mezclamos bien. Una vez combinado, añadimos el resto de la nata de forma envolvente y cuidando que no se baje. Siempre con ayuda de una espátula de silicona, en movimientos de abajo hacia arriba.
Por último, incorporamos la pasta bomba cuidadosamente, de abajo hacia arriba y de modo envolvente. Vertemos de inmediato sobre el molde desmoldable, aro o rectángulo para que no se endurezca. Si usamos “aros” desmoldables rectangulares para mousse tenemos que asegurarnos que estén bien pegados y sujetos a la superficie para que el fondant no salga por la parte inferior (recordad que no lleva bizcocho).

Reservamos en el congelador unas horas hasta que tenga la suficiente consistencia para aplicar la segunda capa. También puede llevarse durante unas horas al frigorífico y congelar después de aplicar la segunda capa, así he hecho (creo recordar).
Cuando preparemos la segunda capa, retiraremos el pastel frigorífico o congelador y lo guardaremos en el congelador durante unas horas. Una ver retirado del congelador, es importante desmoldarlo sobre la bandeja en la que lo vayamos a servir, pues es un postre fundente y sin base de bizcocho. Desde luego, podría haberse puesto una base de bizcocho de soletilla o genovesa al agua, mas mi intención era crea un postre ligero y muy gustoso, perfecto como sobremesa.
Cuando se haya endurecido procederemos a preparar la segunda capa. Puede estar varios días antes de aplicar la segunda capa.

Fondant de chocolate y café con chantilly a la crema de güisqui

Chantilly de crema de güisqui y lima
Si lo deseamos, podemos sustituir la lima por un poco de canela, reforzaremos el sabor de la primera capa de chocolate con café y conseguiréis un postre más homogéneo.

  • Ralladura fina de dos limas.
  • 50 ml. de zumo de lima (zumo de dos unidades)
  • 175 gr. de leche condensada.
  • 200 ml. de nata para montar (35% M.G.)
  • 30 ml. de crema de güisqui (aunque esta ve le he echado un poco menos)
  • 2 hojas de gelatina (~4 gr.)
  • Acabado: c.s. de chocolate con leche de cobertura.
(1) Dejamos hidratándose la gelatina en agua fría durante unos minutos. Es importante que esté fría, del frigorífico, para que no se disuelva en ella.
En un recipiente bien frío vertemos 200 ml. de nata fría, la leche condensada fría (175 gr.), 50 gr. zumo de lima y ralladura de lima.

Cuando la gelatina se haya hidratado templamos la crema de güisqui en el microondas durante unos segundos. Al tocar con el dedo debe notarse muy templada (unos 40º). Añadimos la gelatina hidratada y escurrida y removemos hasta que se disuelva en la crema. Reservamos por muy poco tiempo, pues la añadiremos en forma de hilo sobre la nata montada.

(2) Montamos la mezcla de la nata fría, sin pasarse. Cuando esté prácticamente montada, y sin dejar de batir, vertemos en forma de hilo la gelatina disuelta en el crema de güisqui. No siempre hago así, pues unas veces derrito la gelatina en el microondas y monto la crema fría con la mezcla anterior, pero así resulta muy sencillo y también funciona.
Vertemos de inmediata sobre la capa de fondant de chocolate al café. Alisamos la superficie con una espátula e introducimos en el congelador para que gane consistencia.

(3) Cuando haya ganado consistencia trocemos la cantidad suficiente de chocolate con leche para cobertura y lo fundimos. Puede hacerse en pequeños intervalos en el microondas o, como hago yo, en la cocina dentro un cazo metálico de fondo grueso a temperatura muy baja (al 1 ó 2). Cuando veamos que el chocolate esté prácticamente fundido (lo retiramos de la fuente de calor) y lo removemos con una espátula para que acabe de fundirse. Para que quede más vistoso, puede templarse el chocolate, reservando ¼ del chocolate y derritiéndolo sobre el chocolate fundido.
Introducimos el chocolate con leche en una manga (o bolsa de congelación) con una pequeña abertura y dibujamos líneas sobre la tarta pasándola rápidamente de un lado a otro.
Todavía congelada, desmoldamos sobre la bandeja en la que lo vayamos a servir. Reservamos en el frigorífico, mucho mejor de un día para otro, o dos, así se matizarán más los sabores.

Para mi gusto, un placer para el gusto, incluso si no os gusta demasiado el café (como a mí).

31 comentarios:

Rosita dijo...

Siempre que descubro que has escrito una nueva página en tu diario, me dejo para el final o para otro momento las instrucciones de la receta. Pese a lo que piensen muchos, es más importante para tus amigAs ;-) saber de ti, sinceramente, Pepinho; e imagina cuánto valor tiene tiene eso precisamente mirando las fotos de tremenda delicia. Pero, ahora, domingo por la tarde, no lo he dejado para otro rato, he saboreado cada palabra como si del fondant se tratara, porque, al fin, todo eres TÚ. Ha sido un muy delicioso ratito. Y me voy ahora a la playa con todas las letras, con todos los pasos e ingredientes, dándome vueltas en la cabeza, porque, como siempre (qué osadía), ¡quiero hacerlo!

A B C D E F G H... Y el resto.
Y besos, a ti, a T., y a todAs. :-)

Laura dijo...

Tiene un aspecto exquisito, ¡Cómo te lo curras! En serio, tus postres son todos de exposición, y las presentaciones... Increíbles. Me pondría a hacerlo, pero creo que comenzaré por algo más sencillo. Muchas gracias por tus recetas y por tu inspiración.
Un saludo!

Anónimo dijo...

¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuando somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, ¿todos somos
la vida? pan de sol para los otros,
¿los otros todos que nosotros somos?,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos,

PIEDRA DE SOL
OCTAVIO PAZ

Receta dulce, para una reflexión tan amarga...
Un beso desde mi corazón, Pepinho
Flori.

Marivi dijo...

creo que tu blog es de los primeros que leí...buscando no séya qué receta....ene se momento no trabajaba y tenía tiempo...ahora ni para ná,,,, hacía tiempo qe no te leía, que no te sabía... y como siempre un placer...ni "de coña" me sale nada de lo que haces, je, je pero me encanta leerlo, verlo...claro, más me gustaría degustarlo...pero así es esto...esa foto con el mouse de abjo...uf no puedo...saludos desde Costa Rica...

Anónimo dijo...

hola pephino! es la primera vez que escribo pero leo desde hace un monton y desde otro continente!.me gusta mucho la sinceridad y creo que todos pueden identificarse con esos sentimientos en algun momento de su vida pero esa tristeza en algun momento se va pq la vida seguro te dio mucho y te das cuenta de eso en algun momento!solo tenes que verlo.. te dio el don de soñar a traves de los libros, de correr, de enseñar, un hijo que es lo mas grande que uno tiene en la vida es mucho! pq uno evoluciona y aprende, y como dice la cancion de sting.. everybody has to leave the darkness sometimes... (i'm so happy cant' stop cryin:) .. como siempre recetas y fotos hermosas! saludos desde argentina.

María dijo...

Dios mio! Algo así debe ser pecado. que delicia, es para morir de pura gula. Por cierto, creo que fue un acierto el no poner capa de bizcocho. Besicos.

Anónimo dijo...

Hola, Pepinho, cómo estás? creo que es la primera vez que comento en tu página, mis pasos anteriores no fueron muchos ni muy recientes, pero me sacudieron. Esta mañana me desperté intentando recordar el nombre de tu página, pues me urgía verla otra vez. Me encantan tus trabajos, me llegan, y también me llega leerte. En fin, eso, que qué alivio encontrarte, y qué bueno volver a verte :)

Un beso

Sofía

Gotia dijo...

Una entrada especialmente emotiva.
Muchos ánimos y un abrazo, Pepinho, ya sabes que somos muchAs las que seguimos aquí detrás.

Unknown dijo...

Te sigo desde el principio... casi nunca escribo, me gusta leerte y saborear todo lo que publicas.
Sabía que esta sequía no traería nada "bueno"?.
Siempre he creído que algún día serías capaz de tomar las riendas de tu vida, de buscar tu propia felicidad; sólo tenemos una vida y tenemos la necesidad de ser felices, de amar y sentirnos amados. Ánimo y... un fuerte abrazo.
*Fantástica receta, como todas.
MJ.

la cocina de Piluchi dijo...

Hola: como siempre he leido con mucha atención.
Me emociono y reflexiono.
La receta como siempre espectacular pero la leeré despues detenidamente porque todavia tengo en la cabeza...todo esto.
Ten por seguro que el sol sale todos los dias aunque no le veamos.
Se que lo sabes pero ¡ánimo!.
Un abrazo

Pepinho dijo...

Hola,
Vuestros mensajes son como una caricia de amistad que llega como un soplo de aire puro. GRACIAS, de corazón, por todo. Dicen que estoy de vacaciones, por lo menos lo sé porque no estoy en Santiago y porque no puedo conectarme constantemente, aunque sí leeros.

Me he fijado que no he puesto el tamaño del molde y que ahora estoy lo suficientemente lejos como para comprobarlo. Lo siento… Decidme qué tipo de plato será el siguiente y lo pondré… ;-)

Sé que no podré leer un libro, que no tendré tiempo para hacerlo. Pero antes de salir de Santiago mi mano se paró en un libro sin pesar demasiado en la temática ni su contenido: La conquista de la felicidad de Bertrand Russell. Pensé que quizás, aunque no tuviese el tiempo necesario para seguir la trama de una novela o el estudio de un ensayo/manual, podría leer reflexiones sobre temas diversos.

Aunque la rigurosidad y objetividad de tratamiento que muestra el libro ha quedado muy obsoleta o demasiado subjetiva, puede ayudar a reflexionar sobre el aspecto y la búsqueda más importante del ser humano. Resulta curioso cómo entre las causas de la infelicidad aparece “La familia” pero que una vez leído ese capito parece ser una causa más de infelicidad, mayor que las enumeradas. Si bien B. Russell tenía una obsesión en las relaciones paterno filiales y sus problemas, me quedo más con esta reflexión que puede llevarse a cualquier campo: “En todas las relaciones humanas es bastante fácil garantizar la felicidad de una parte, pero es mucho más difícil garantizar la felicidad de las dos. El carcelero puede disfrutar manteniendo encerrado al preso; el jefe puede gobernar intimidando al empleado; el dictador….“. La fatiga nerviosa, que ahora llamamos estrés, es otro de los motivos de infelicidad, así como “la falta de integración entre el yo y la sociedad cuando los dos no están unidos por la fuerza de intereses y afectos objetivos”, quizás sea eso. PERDONAD por le rollo, son las horas… quizás. Mañana tocará madrugar si Teo no lo remedia.

De nuevo, pido perdón, pero, aunque a casi nadie le interese, me parece más importante el tratamiento sobre el binomio amor-felicidad, en dónde, precisamente, parece haber más puntos en común con mi reflexión sobre el par egoísmo/amor: “… el amor… no debe ser egoísta más allá de cierto punto, PERO no cabe duda que debe ser de tal condición que su éxito suponga LA FELICIDAD del que ama. … No cabe duda que debemos desear la felicidad de aquellos a quienes amamos, pero no como alternativa a la nuestra”…

Es importante ser consciente de la existencia de un problema, de ahí buscar la solución y, por último, resolverlo. Tengo sueño… mucho sueño.
Un beso muy grande.
Hasta mañana.

Sopa Boba dijo...

Un plato delicioso, me encanta la creatividad y la belleza de las fotos

Anónimo dijo...

Descansa, el cansancio hace que estemos más tristes y decaidos de lo normal. Cuando "despiertes" fijate en todo lo bueno y maravilloso que te rodea, en la gente que sí te quiere y estima, en el amor de un niño que te admira, en tu propio amor hacia...
Deja pasar el tiempo, pero cada día intenta descubrir algo bueno, una luz diferente, una mirada, cualquier cosa que nos haga ver que el que alguien nos deje de amar... es su problema por que TU sigues siendo la persona maravillosa y real que siempre has sigo y que seguirás siendo.
El que los demás no sepan apreciar lo bueno, no es culpa tuya, no debe hacerte sentir mal, el problema lo tiene esa persona que teniendo lo mejor... ha dejado de apreciarlo. Es igual que uno de tus maravillosos y únicos postres... yo tengo guardada tu página en el de bizcocho de plátano y... ya no lo "veo", no lo aprecio como el primer día que lo vi y me pareció único. De tanto verlo... he dejado de mirarlo. Pero sigue siendo maravilloso, perfecto, sólo hay que pararse de nuevo a contemplarlo.
Un beso.

Carmen dijo...

Sinceramente, no sé que me gusta más si tus fantásticas recetas, tan deliciosas, buenas, extraordinarias o todo lo demás, que es mucho.
Gracias por todo, no hay nada que pueda decir que es feo, malo o mediocre, quizás que me sabe a poco.
Un abrazo.
Carmen

Anónimo dijo...

Miss you pajarito. O.

Fe-i*ká dijo...

Siento que toda la vida es un sueño, LO QUE NO TENGO CLARO ES... DE QUIEN!!! Y nosotros por aquí, soñando dentro de ese gran sueño.
Este pastel para mí habla mucho de como estas tú, sus colores, su textura, como lo has ideado...y el resultado del conjunto es fantástico.
Todo llega y todo pasa....esto me suena a canción.
Saludos y que tengas un feliz sueño para en este día.

Esperanza dijo...

Tu niño es pequeño aún. Aún queda mucho tiempo en que tu felicidad empezará por T.
Como si fuésemos esponjas: absorbamos todo lo que podamos de esa felicidad antes de que también desaparezca.
Y mientras pasa el tiempo nosotros también cambiamos, y un día nos miramos y ya no nos recocnocemos.

Y si hemos hecho las cosas lo mejor que hemos podido nos miraremos tranquilos, a pesar de lo dejado atrás. A pesar del desamor, a pesar de estar más arrugados y más solos.

¿Es la vida?
Es la vida.

A veces surge la sorpresa y todo se renueva.

nacho dijo...

Al principio se me ha hecho la boca agua, pero luego me he quedado con un nudo en el estómago.

Aunque triste, es hermoso lo que has escrito. No te conozco, pero hay algo especial en ti que me ha empujado a escribirte.

Ánimo, fuerza y suerte.

Esther.

Anónimo dijo...

Besos.

Sonia.

Anónimo dijo...

Pepinho:

Déjate de tanta poesía y a ver si traes un fondant de estos de prueba a la plaza de conxo

Os veciños da mercé

Pepinho dijo...

Para vosotr@s, que no distinguís la prosa de la poesía, la confesión de la sinceridad a corazón abierto... ;-) ¡ham-BURGUESAS!
Bicos. Hasta septiembre!

Pepinho dijo...

Para todos los demás... Otro beso

Pepinho dijo...

PD: Teo dice q no os dejará la bici... y nos iremos a jugar a otro parque

Gotia dijo...

jajajaja, muy bien respondido, pepinho!!!!
Que pases un feliz verano, te esperaremos impacientemente.

Anónimo dijo...

Hola Pepinho/Harry Haller,

Me siento en la, casi obligación, de felicitarte por tu blog, que uso desde hace mucho tiempo como "enciclopedia de postres". Es algo que tenía pendiente y que hoy, como mi peque me ha hecho madrugar en domingo, aprovecho para eliminar de mi conciencia. Siempre que quiero preparar algo diferente busco con tu referencia en San Google, y siempre sale algo con lo que acierto. El otro día hice el Far Breton que tienes publicado. Buscaba alguna tarta de manzana, pero al verlo recordé un viaje que hice por la Bretaña y lo buenísimo que estaba... Y triunfé, claro : ) yo diría que sabía mucho mejor que el recuerdo que guardaba mi cerebro!

Veo que cada vez publicas menos entradas, entiendo que esto no deja de ser una forma de autoanálisis, no sé si llamarlo... catarsis emocional? o una forma de llegar a ella. Y te pediría, egoístamente siempre, of course, que aunque llegues a ese estado de "purificación", no dejes de publicar! ; )

Un beso grande! (y felices vacaciones!!)

Encarna

Unknown dijo...

fuff jejeje por donde empezar
San pepinho quizas al igual que el anterio comentario eres una inspiracion para tanta gente , con lo que te puedo llamar Maestro :)
Cuando descubri tu blog mi maa parecia una madalena a chorros ajajjajaj semejante emocion ya que alguien con tu mano, estilo, precision. pasion y tantas caracteristicas con las cuales me identifico con esta pasion por el paladar, el darnos la oportunidad de que compartas con todos , tu arte es un lujo.
No quiero enrollarme mucho , mi preferencia es la reposteria, creo que me falta el 10% de postres por descubrir , siempre pensando que te responderia por tus maravillas y me decido al ver tu fillos de chocolate con nata y ver que yo como tu solo comiamos en mi caso de mi abuela :), las filloas calientes , las mias eran de sangre de cerdo, por la zona de Manzaneda, recuerdo que llegaba a cenar solo filloas un dia tome 13 casi muero ejejejej.
Intento hacer mis equivalencias entre las recetas tuyas y de mi profesor que tuve en el curso de Curso de Cocina 2 lo que he hecho antes era delienante pero ahora el azucar y chocolate es mi mundo
Muchoooo animo pepinho de todo corazon para que sigas en tu linea y cada vez nos sorprendas mas,giandujas , madalenas, coberturas, tecnicas y metodos de trabajo, trucos un sin fin datos para aprender graciassss graciasssssss graciasssssss graciasssssssssssssssssssss

Anónimo dijo...

Estoy fuera de onda total! Bici? Otro parque? Burguesa? Hola??!! Esta es aun mi casa??!!!! Besos mil!! O.

Lola dijo...

hola pepinho,
eso del amor...siempre es complicado cuando se multiplica por dos y si le sumas uno más pues el amor debe ser increible.
Soy de la Isla pero hace años que no vivo allí, demasiados...dicen que las personas más felices son las que viven cerca de dónde crece su comida, en mi caso estoy segura que está muy lejos, menos cuando regreso a la isla ;) Bien, consejos tengo que para mi no quiero o algo así, nunca he sido buena para los refranes, pero en la era de los placeres rápidos y de los hoy te quiero pero en 15 minutos no, deberíamos hacer análisis. Quizá hablar, sin pensar que va a ser lo de siempre que ella no va a entender. Quizá volver a enamorarse, sin pensar que no va a volver a pasar. Quizá mirar todo lo positivo de esa persona, desmitificando todo lo negativo. Quizá es amar de verdad, sin esperar nada a cambio. Yo lo intento, de momento no lo he conseguido pero espero lograrlo por mi bien, por el de Frédéric, por la gente que se cruza con mis sonrisas cuando estoy feliz. Por el amor, inténtalo, seguro que T te lo agradecerá algún día, quizá tu mismo también. Maktoob Pepinho.

Anónimo dijo...

Hola, una pregunta ¿cómo haces para que el corte de la plancha te salga limpio?
Una pasada este postre, lo voy a intentar ;D

Berta dijo...

"Hola, cómo estás?"

Felicidad, Amor, Sinceridad. Medias verdades...... el concepto es el concepto y, de los anteriores llevo unos meses oyendo, leyendo y pensando mucho. Ya tú sabes.

Tomo tu consejo. Gracias.

Y ahora: "Saca el güisqui, cheli para el personal que vamos hacé un guateque"

Se siente la esponjosidad y se intuye la intensidad de aroma y sabor. Te felicito.

Muacs dulces al Pepe isleño

Anónimo dijo...

Yo quiero un hombre como tu en la cocina,y eso que mi Gregor es también un maestro pero estos postres despues de un año duro con mis padres enfermos me siento delante de una cosa así y por un momento me siento uau... fijate que ultimamente que estoy en algun momento triste por las circustancias mi marido me prepara cositas buenas y con la cara de feicidad que pongo se que es feliz.
Yo este postre me lo comeria con un vestido rojo de terciopelo o algo asi jaja que buena pinta por dios
Maria

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