Instantánea
Elegante pero informal
El pasado viernes me encontraba sin un postre o, si lo tenía, no era el que me apetecía en ese momento. No deseaba ni fritos ni bollos rápidos, anhelaba (o casi) un postre casero tipo flan. Sabía que no podría tenerlo en condiciones ideales para la comida pero, pese a todo, empeñé parte de mi tiempo en ello mientras preparaba la comida. Cuando terminé estaba todavía caliente y más fuerte que mi anhelo (;-)) es mi perfeccionismo. No podría permitirme tomar este postre recién salido del horno. Se quedó en el frigorífico hasta el día siguiente, ya sábado, momento en el que lo pinté con una ligera capa de caramelo.
![Clafoutis de manzanas caramelizas](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzbjMz_vWMMbNKNetuawPyVOYREIqHH7IZvm4rQcBf6xggvR8Tloz1hIw3ocJyxJEF4fpA-Nn5T6dYmXKeKPNO9cSU2mv4k8ggSgqi5GuB76EVzu1c-HxgHvZYKg86GwQLZuHdaL3wKGw/s400/clafoutisManzana2.jpg)
Nos íbamos de fin de semana y opté por dejar un poco y llevarme el resto, sin ninguna pretensión, sólo la de tomar un postre casero nada más llegar. Sorprendentemente, la aceptación, pese a la opulencia y pesadez de la comida, fue excelente, empezando por María, que alabó las bondades de un postre suave pero con gusto. Durante el viaje se había templado, ello no fue un inconveniente para que fuese un éxito de sabor. Es curioso como después de tanto postre muy elaborado y sofisticado todos volvemos a los sencillos postres caseros, que nunca fallan y ganan mucho con los pequeños toques de aromas más actuales (vainilla) y un poco (mucho) de licor ;-).