El principio, segunda parte: la conversación y la locura del Rey Jorge
Mamá, me duele la tripita
Hoy hace un día lluvioso y oscuro, no era mi intención presentar este postre que hice ayer domingo por la noche en un arranque de evasión y que hemos comido el mediodía de hoy. Hasta ya había escrito una receta de chocolate. En el último momento, ante la euforia y el ímpetu de tan sorprendente y, para mi gusto, delicioso pastel he hecho este cambio de planes a última hora. Lo de las oscuras fotos lo podemos pasar por alto, si tengo que esperar a la luz (¡no mires a la luz!) no quedaría nada, si dejamos un poco tal vez me atreva mañana a hacer algún cambio.

La salsa de
toffee es innegociable, si no tenemos la posibilidad de hacerla tal y como la he escrito puede sustituirse por un caramelo toffee clásico compuesto de: azúcar (80 gr.), mantequilla (40 gr.), nata (100 ml) y una pizca de sal. Caramelizando el azúcar, añadiéndole nata (mejor caliente) y mantequilla, y volviendo a llevar al fuego hasta que quede espesa y cremosa. Bueno, no me adelantaré.