Mostrando entradas con la etiqueta crema yema. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta crema yema. Mostrar todas las entradas

domingo, 28 de abril de 2013

Tarta mousse de tres chocolates (o casi)

Tarta mousse de tres chocolates (o casi)


Tarta mousse de tres chocolates (o casi)

Tu cara me suena (o casi)

Tarta mousse de tres chocolates (o casi)

Para ver la receta original pasa por http://www.pepinho.com
Era mi idea inicial diseñar una tarta con la variedad cromática de un San Marcos pero totalmente diferente (o casi): con mousses de chocolate negro, blanco y un bizcocho genovés de almendra, que técnicamente se suele llamar bizcocho Gioconda (Joconde). La única concesión al San Marcos es la cobertura de crema yema, que reemplacé por mi idea inicial de glaseado de chocolate para darle más contraste, cromático y de sabor, sobre todo.

Como en esas encuestas telefónicas valorativas (“satisfecho”, “nada satisfecho”, “muy satisfecho”,…), el resultado lo podría calificar de “muy satisfactorio”, siempre que tengamos la paciencia para esperar uno o dos días antes de probar la mousse. Como sabéis, las mousses son ese tipo de platos que mejoran su sabor y textura con el paso del tiempo, algo que podría sucedernos también a nosotros, que ganamos en sabor (y saber) pero perdemos textura. Algunos lo perdemos todo, hasta la amistad y la memoria de los otros.

domingo, 4 de febrero de 2007

Lemon Pie

Lemon Pie Esta tarta es sencilla, sólo que hay que realizar en tres etapas separadas y después proceder al montaje final.
Primero se realiza una masa quebrada o similar que debe llevarse al horno, pues el montaje final de la tarta es con todos los ingredientes cocinados. En segundo lugar una crema yema con aroma de limón (zumo). Por último se realiza un merengue, procediendo a decorarla a gusto. En esta tarta he realizado un merengue suizo pero puede emplearse otro tipo.

viernes, 2 de febrero de 2007

Pasteles de Belém (Pastéis de Belém)

Pues nada, que me veo en Lisboa en esa agonía tan de moda que llaman Ikea y, durante un momento, consigo escaparme a la sección de cacharrería. Entre moldes me encuentro uno perfecto para los famosos “pastéis de Belém” y, voilà, a la cesta de la compra.Ya tenía una excusa para realizarlos, empezando la búsqueda desesperada de una receta diferente.
Todas las recetas que encuentro me recuerdan a una crema pastelera con nata. Nada nuevo bajo el sol. Los originales son un secreto demasiado valioso y cubierto de más parafernalia que de realismo.