

Es muy fácil, muy rico, muy rápido, pero como suele pasar con los platos salados, los ingredientes (más concretamente el caldo) se miden a gusto y para gustos. Lo dejamos a la mano del cocinero. A ojo, que se dice. Para que no se pierdan sus propiedades, sustancias y vitaminas, que no se queden en el agua sobrante de la cocción, sería muy bueno tener el tino de calcular la cantidad de líquido adecuada antes de la cocción. Yo los cuezo con no demasiado caldo y durante no demasiado tiempo, principalmente si se trata de una sopa.