miércoles, 1 de agosto de 2007

Brochetas de pollo a la mostaza, plátano y panceta con salsa agridulce

El plátano es sensacional

No todo va a ser dulce. Ha llegado el momento de empezar el mes (¡qué rápido pasa el tiempo!) y sólo se me ha ocurrido poner algo fácil, rápido y rico. Los agridulces me encantan, además, parece que a M ya empiezan a gustarle. Estupendo.

El plátano no es de lejos mi fruta preferida, sin embargo, cuando se trata de cocinar con plátano la cosa cambia: rebozado y frito, en postre, tostado o, como en este caso, en unas brochetas. Me gusta.


De Signal plus al “El plátano es sensacional”

Todavía recuerdo aquella canción de “El libro de la selva” y del disco que me había tocado después de enviar un recorte de la caja que contenía la pasta dentífrica “Signal plus”. Era demasiado pequeño como para escribir la carta y le dije a mi hermana que la escribiese por mí. Un sorteo, las probabilidades de que tocase no eran muy grandes, pero allá fue. Semanas después tenía en casa el disco de “El libro de la selva”, me faltaba el tocadiscos ;-). Pues nada, a escucharlo a casa de mis amigos Carlos y Pablo.

Después me aficioné a todo tipo de envíos y concursos que ofertaban los productos más variopintos: periódicos, champús, radio, cola-cao,… De memoria, me tocaron infinidad de pequeñeces que te ilusionaban como si fuese el mayor regalo que te pudiesen hacer: un libro de las olimpiadas de Moscú 1980 (Cola-Cao), una novela en un concurso radiofónico de cine, un minitrivial de canal plus en otro concurso sobre cine, un juego de ordenador en “El país”, una película en VHS (“Como agua para chocolate”) en “El país de las tentaciones”, etc.

Y todo esto por un plátano. Pero cuando pronuncio esa palabra me viene a la cabeza la canción y de la canción….

El síndrome de Estocolmo

He pospuesto mi diario de viaje para otro momento. Sólo quisiera recordar (me ha venido a la cabeza tras la desaparición de Ingmar Bergman) una de las ciudades más maravillosas que he visitado. Y creo que no han sido pocas: Brujas, Nueva York, Barcelona, Siena, Pisa, Londres, París, Bruselas, Moscú, San Petersburgo, N. Delhi, Roma, Florencia,… Podría decirse que es una hermosa ciudad para vivir. Además de su belleza, se respira en todo momento una tranquilidad y armonía que no poseen otras ciudades de su tamaño. Para muestra, un botón ;-):




En esta ciudad, cualquiera quisiera ser secuestrado para quedarse eternamente en ella. Ése es el verdadero “Síndrome de Estocolmo”.

Si ya era un enamorado del “cine sueco”, ahora lo seré más, si cabe.

Para adobar el pollo
  • Pimienta negra recién molida
  • Sal
  • Mostaza, más de una cucharada sopera.
  • 2 dientes de ajo picados muy finos
  • Una cucharilla colmada de pimentón dulce
  • Una pizca de pimentón picante (opcional)
  • Una pastilla, o algo menos, de caldo de pollo
  • Aceite de oliva virgen extra, el necesario como para dar cuerpo al adobo.
  • Opcional: perejil
Nota: como lleva una salsa agridulce, también podría, simplemente, llevar un pequeño a adobo de ajo y perejil.

(1) Salpimentamos los trozos de pollo.

(2) En un bol o mortero desmenuzamos la pastilla de caldo de pollo y mezclamos con resto de ingredientes hasta formar un adobo homogéneo de textura fluida. Echamos sobre el pollo y dejamos en reposo (mejor de un día para otro) hasta el momento de cocinar.

Para la salsa de soja y miel (agridulce)
  • 2 cucharadas de salsa de soja
  • 1 cucharada de miel
  • Un pizca de mostaza (opcional)
Nota: para la salsa de soja y miel no existen medidas exactas. Cada cual debe hacerlo según le guste. Aproximadamente la mitad de miel que de soja.

(1) Mezclamos la soja con la miel y, si nos gusta, una pizca de mostaza (le dará un toque más amargo que contrastará con el resto de sabores). Probamos y rectificamos las cantidades según nuestros gustos, más o menos dulce.

Se puede calentar algo para que tenga menos cuerpo y una temperatura más adecuada.

Como a mí me encanta lo agridulce, es una salsa estupenda para acompañar muchas carnes, sobre todo el pollo frito, pero también verduras, langostinos, etc.

Brochetas
  • Una pechuga de pollo cortada en cubos.
  • 1 ó 2 plátanos.
  • Unas lonchas de panceta (tocineta), no demasiado gruesas. Las necesarias para cubrir cada trozo de plátano.
(1) En unos palos de brocheta intercalamos un trozo de pollo con un trozo de plátano envuelto en una loncha de panceta. Echamos un poco de sal y pimienta negra sobre el plátano.

(2) En una plancha a fuego medio-fuerte o una sartén antiadherente cocinamos las brochetas. Las giramos para que se hagan por todos los lados. A medio hacer podemos bajar el fuego para que se hagan por dentro.

(3) Las servimos en una bandeja y echamos un poco de la salsa de soja por encima de cada una. Si las queremos retirar del los palos debemos hacerlo “como un todo” y con cuidado de que no se deshaga el plátano.

Riquísimas. Como ya he dicho, el adobo del pollo puede ser uno sencillo de ajo, perejil y aceite.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmmm parece que me llega el olorcillo del pollo ... a ver si me animo y las hago, que últimamente estoy perezosa.

Llevo 3 días diciendo: esta tarde hago las galletas de pasas... pero nada, de momento nada.
A ver si lo consigo hoy...

Y, en "la otra línea", mi opinión es que nunca hay que darles muchas vueltas a las cosas, acabamos distorsionando la realidad y sufriendo por algo que la otra persona ni siquiera se imagina. Por eso no te pregunta, porque no sabe que sufres.
No esperes que nadie adivine lo que sientes. Al fin y al cabo ¿tu sabes siempre lo que siente ella? Bueno, igual sí lo sabes. No sé.

No quiero meterme donde no me llaman, pero yo estoy intentando "curarme" de mi costumbre de dar vueltas a las cosas. Empiezo por una minucia (una frase, un gesto...) y acabo haciéndome una película que me hace pasarlo fatal. Y encima él no me pregunta. Claro, cómo me va a preguntar, si para él no ha significado nada!!!. Y cuando leo tus posts es como una terapia de grupo o algo así, no se.

Bueno, pues eso, que si hago las galletas ya te contaré cómo salen.

Besos y gracias por las fotos, por las recetas y por la terapia :)

Anónimo dijo...

Aunque las recetas dulces son mis preferidas veo que lo salado no se queda corto. Esas brochetas son el perfecto "aperitivo" para uno de tus postres.
He estado buscando las galletas korova en mi libro y yo no las veo, no sé, puede que sea otra edición, o que se las haya comido el librero :D. De todos modos no importa, como tengo tu receta...
Los donuts me salieron muy bien (está feo que yo lo diga), recién hechos tenían la miga muy muy esponjosa, la única "pega" es que no se mantienen frescos mucho tiempo ¿no? Al día siguiente ya estaban un poco duros, pero igual de ricos. Repetiré rellenándolos con alguna crema.
Me alegro de que estés un poco más positivo. Yo también le doy muchas vueltas a las cosas, pero intento "desenchufarme" de vez en cuando para no acabar agotada. Además, si lo piensas, seguro que casi todo es mejor de lo que crees.
Un saludo.

Harry Haller dijo...

No creo que dure mucho, ambas cosas, por los menos lo del salado... ;-)

+ saludos

Jorge Ramiro dijo...

Estoy tratando de probar de probar distintos platos y por eso me gusta mucho comer diferentes cosas y de esta manera trato de comer cosas variadas. Quisiera conseguir vuelos baratos lan para llegar a un país lejano y probar comidas diferentes

Jorge Ramiro dijo...

Estoy tratando de probar de probar distintos platos y por eso me gusta mucho comer diferentes cosas y de esta manera trato de comer cosas variadas. Quisiera conseguir vuelos baratos lan para llegar a un país lejano y probar comidas diferentes

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