jueves, 11 de octubre de 2007

Delicia de almendra y limón (Bizcocho de almendra y limón)

Puente sobre aguas turbulentas

Si tuviese que repetir todas las semanas un postre no sería un brownie, ni una tarta de chocolate, ni una Saint-Honoré, ni una mousse, sería algo parecido a éste. Una delicia. Aunque esta vez he cometido un pequeño error: he abierto el horno muy repentinamente (no sé en qué estaba pensando) y se me ha encogido ligeramente por los bordes, ese “problema” no ha sido un inconveniente para un sabor delicioso. Probadla, por una vez hacedme caso.

Es una delicia, esponjosa, con un sabor a almendra (troceada), a limón y a vainilla. Después está esa cobertura, impresionante, con un excelente Amaretto, aunque éste haya sido elaborado en Alemania… problemas de denominación de origen.


Sólo le pido

Que no sea una puente sobre agua turbulentas, que no se parezca lo más mínimo al pasado, por mucho que hayas dicho que hubiese sido “relajante”. Que no miremos el reloj y, si hace falta, comamos a deshora. Eso es relajante. La isla por sí sola no garantiza nada, sólo tiempo.


Sólo te pido

Que te acuerdes de mí. Tan sencillo como difícil.

Sólo os pido

El día no ha sido tan malo, ni tan bueno. Exceptuando la caída, el resto del día (hasta ahora) ha trascurrido sin tensiones. Nada que no conozca, alguna limpieza y poco más. M trabaja por la tarde y, pese a todo, tampoco he ido al cine, había pensado en pasar la tarde corriendo. Un día excelente, sol. Cuando en “España” llueve, en Galicia puede pasar de todo, incluso buen tiempo como hoy.

Daba pena meterse en el cine, sobre todo teniendo en cuenta que lo más interesante ya lo había visto y, aunque M trabaje no tenía pendiente ninguna película de las denominadas “raras”; esas que voy a ver yo solo. Porque me gusta desfrutar del cine en soledad.

Solo os pido que disfrutéis de la compañía en compañía de este postre, porque me voy de “puente” y hasta la noche del domingo no podré aparecer… Gracias y besos.


(y van tres)

Hoy me he vuelto a caer. Esta vez una señal de tráfico mal cortada y u coche que desvió mi atención. ¡Y yo que quería disfrutar de una tarde de footing!, a cambio, una rodilla maltrecha y hemorragia. Éste hecho me ha recordado que todavía me faltaba el último “capítulo” de la aventura del verano. No he descubierto nada del otro mundo, sólo memoria.


Domingo, 22 de julio de 2007

Hans Christian Andersen

Si yo me considero “el patito feo”, “el bicho raro” entre una multitud de patos, Copenhague es más el patito que sirenita. Llegué receloso de la ciudad, las referencias que tenía no eran del todo concluyentes e incluso había oído algún comentario negativo.

La descubres, como otras, entre canales y moteada de edificios llenos de modernidad y contemporáneos entre unas calles empedradas con pequeñas viviendas llenas de historia. En un primer momento podría confundir al viajero, pero inmediatamente descubres que todos los elementos están integrados a la perfección, que reflejan una población más activa y alegre que la escandinava.

El canal de Nyhavn es la imagen de la ciudad y no decepciona lo más mínimo. Sorprende ver “al otro lado del río” la hermosa arquitectura del teatro de la Ópera, inaugurado en 2005. El parque Tivoli o Amalienborg son otros enclaves que embellecen el entorno.

Corriendo descubro cómo amanece la ciudad después del jolgorio y la resaca del sábado, corriendo por infinidad de parques, como el de Rosenborg o calles trazadas al borde de los canales en el barrio de Christiania. El patito feo no es un pato, es un cisne.

La tarde nos despide con lluvia, quisiéramos entrar en el Tivoli. Veremos si deja de llover durante un poco.

Parte médico. Hoy otra caída (y van 2), “tortazo” grande con heridas en el codo, muñeca y nudillos de ambas manos. Hematomas en el tórax. Prohibido mirar los monumentos mientras se corre…

PD.: Copenhague está (siempre) entre las primeras de la lista de ciudades más "habitables" del mundo...

Ingredientes
  • 100 gr. de almendra cruda y troceadita, no molida. Se puede comprar ya en trozos o triturarla en casa.
  • 1 limón grande, necesitaremos toda la ralladura y un poco zumo de limón.
  • 50 gr. de harina de repostería
  • 1 cucharilla de levadura química (Royal)
  • Una pizca de sal.
  • 4 huevos medianos, separadas las claras de las yemas.
  • 50 gr. de azúcar vainillado, sí, esa cantidad es la correcta
  • 40 gr. de azúcar en polvo (para levantar las yemas)
  • 20 gr. de azúcar en polvo (para levantar las claras)
Glaseado
  • 50 gr. de almendra cruda y troceada, aproximadamente.
  • 100 gr. de azúcar polvo, o más si queda muy líquido.
  • 2 cucharadas soperas de Amaretto (licor de almendra).
  • 1 ó 2 cucharadas de zumo de limón (el que nos ha sobrado antes).
(1) Rallamos el limón y troceamos la almendra si no la hemos comprado ya troceada. La almendra no sirve molida ni en láminas, debe ser troceada en fragmentos de unos milímetros. Con las yemas de los dedos, mezclamos la almendra con la ralladura de limón y reservamos.

(2) Tamizamos la harina con la levadura química y una pizca de sal. Reservamos.

(3) Precalentamos el horno a 180º C. En una tartera o cuenco grande batimos 40 gr. de azúcar polvo con el azúcar vainillado y las yemas, hasta que quede bien espumoso y haya duplicado su volumen. Podemos ayudarnos de un batidor.

(4) Sobre los huevos batidos, tamizamos la mezcla de la harina, mezclamos y echamos la almendra triturada con la ralladura de limón.

(5) Levantamos las claras en punto de nieve con una cucharilla de zumo de limón. A medio levantar vamos añadiendo poco a poco los 20 gr. de azúcar polvo restantes. Batimos hasta que quede firme.

(6) Echamos ¼ de las claras montadas, aproximadamente, sobre la mezcla del bizcocho para disminuir la densidad. Después añadimos las restantes claras con ayuda de una espátula y de modo envolvente, intentando evitar que se bajen.

(7) Echamos sobre un molde engrasado y enharinado de unos 23 cm. de diámetro. Le damos un pequeño golpe para alisar la superficie e introducimos en el horno precalentado a 180º C durante unos 30 min., más o menos. Pinchamos con un palillo para ver si sale seco, en ese momento apagamos el horno. Puede necesitar hasta 40 minutos si es muy grueso y grande. Dejamos enfriar un poco con el horno entreabierto, retiramos y dejamos enfriar totalmente en el molde antes de desmoldarlo.

(8) Una vez frío preparamos el glaseado. Tamizamos el azúcar polvo en un cazo, añadimos una o dos cucharadas de zumo de limón y dos cucharadas de Amaretto. Batimos hasta obtener una pasta homogénea y algo líquida.

En una sartén, tostamos ligeramente las almendras picadas (opcional), cubrimos el pastel con la pasta y echamos por encima las almendras trituradas. Llevamos al frigorífico. Podemos tomar también a temperatura ambiente, dependiendo de vuestros gustos.


Veréis que no os defraudará, uno de los (¿cien?) mejores pasteles “estilo casero” que he probado, probablemente.

Besos.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow ... esa cobertura me está haciendo ojitos ... gracias por siempre compartirnos tus dulces recetas, y como que te vas de puente ... se te va a extrañar y por favor ... mucho cuidado por donde vas, no queremos un 4to tortazo, ok, salu2 patty

Harry Haller dijo...

Gracias,
Hasta ahora siempre me ha pasado en zona urbana, demasiados componentes a los que prestar atención para un corredor. Siempre me olvido de mirar al suelo... En zona "rural" no suele haber problemas.

salu3
Pepinho

Anónimo dijo...

HERMOSA TU DESCRIPCIÓN DE COPEHNAGUE(¿?) (OTRA VEZ LA ESCRITURA)QUE ENVIDIA PODER VISITAR TANTOS SITIOS HERMOSOS. PERO HIJO NO GANAS PA TIRITAS!!!TEN MAS CUIDAO Y NO VAYAS TAN DISTRAIDO Y CON TANTAS PRISAS QUE TE VAS A MATAR CUALQUIER DIA!!!!
ME HA ENCANTADO LA TARTA, PROBARE A HACERLA CUANDO TENGA TIEMPO Y MATERIAL.
CORDOBA.

famalap dijo...

UMHUMH!! estupenda tarta, nunca se me ocurrió mezclar la almendra con el limón...y anda que tiene que estar bien rica!!

Harry Haller dijo...

Muchas gracias,
Ya estoy por aquí… la combinación ha sido (para mi gusto) estupenda. La cobertura, genial.

Me duele todo, tengo heridas hasta en el corazón (son las que más duelen)…

Abrazos (suena muy serio, pero no se me ocurre otra despedida en este momento).

Besos.

Anónimo dijo...

Hola Harry-Pepinho :-)
No me quería quedar con las ganas de probar esta delicia y la he hecho esta tarde para merendar. Como tú dices, una combinación exquisita!!. Nos ha encantado y ese saborcito de la cobertura con el Amaretto...uhmmm!!
Una delicia para repetir muuuuchas veces.
Ahora soy yo la que se va a correr por ahí para bajar calorías :-)
Gracias y un cariñoso saludo, Peter Pan!! :-)
Gebirg

Harry Haller dijo...

Gracias Wendy!

Me gusta eso de Peter Pan…

Nieves dijo...

Increible. Me estoy comiendo el glaseado a cucharadas de lo rico que está.

Mil gracias por esta receta. Me encantan las fotografías y por supuesto, la comida.

Hoy es mi cumpleaños y he decidido hacer esta tarta como autohomenaje.

Cati dijo...

Una pregunta....Primero se echa en el molde la mezcla que hemos preparado y la cuarta parte de las claras montadas...Y después se cubre con el resto de las claras no???....Lo he hecho según tu receta pero me parece que al echarlo todo del bol al molde engrasado no ha quedado repartido el bizcocho por igual

Pepinho dijo...

Antes de verter en el molde debemos añadir las claras. EL motivo de añadir las claras en dos veces es para igualar densidades y añadir las restantes de modo envolvente con mayor facilidad.
Felices días.
Gracias.

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